Depósitos de almacenamiento: Los depósitos estáticos de almacenamiento a granel generalmente experimentan una rotación menos rápida que los depósitos de terminales. Además de estos problemas, los depósitos de campo y en centros de trabajo también pueden desarrollar problemas serios con otras fuentes de contaminación, tales como la entrada de suciedad y agua, condensación, óxido, corrosión, crecimiento microbiano, caída de glicerina e inestabilidad de aditivos. El tiempo y la temperatura se convierten en factores importantes que afectan la calidad del combustible.
Proceso de dispensación: ¿Qué distancia debe recorrer el combustible diésel entre el depósito a granel y el dispensador? Canto más trayecto de tubería recorra, mayores serán las probabilidades de que se contamine. ¿Se mantienen limpias las boquillas dispensadoras? ¿Se han caído alguna vez al suelo? ¿Además? ¿Qué sucede con las entradas del depósito de combustible de los vehículos, están limpias? Piense en las tolerancias extremadamente estrictas que tiene su sistema de combustible y vuelva a valorar la limpieza. Ahora lo verá con nuevos ojos.
Depósitos de combustible a bordo: La contaminación se sigue produciendo incluso después de que el combustible esté ya en el interior del equipo. ¿Qué ha albergado ese depósito en el pasado? ¿Ha estado estancado durante largos períodos? ¿Qué tipo de protección hay en las salidas de aire del equipo? La maquinaria pesada hace los trabajos más duros y sucios.
Motores: Desafortunadamente, incluso si el combustible en su depósito estuviese en condiciones perfectas, el propio sistema de combustible generaría contaminación adicional. Las partículas de desgaste se crean debido a la fricción mecánica. El alto calor y la presión extrema generados dentro de los motores actuales conducen a la coquización y la creación de productos de carbono en el inyector. Gran parte de estas partículas producidas internamente se devuelve al depósito de combustible junto con el diésel sin quemar.