Prácticas recomendadas de limpieza del captador de neblina

Los captadores de neblina sin filtros o con filtros lavables se suelen desmontar para su limpieza y mantenimiento; este proceso puede ser engorroso y muy lento. Algunos sistemas que se venden como «sin complicaciones» necesitan más de 10 pasos de mantenimiento y limpieza. Los pasos de mantenimiento y limpieza incluyen: desmontar, limpiar, lavar, secar y luego, volver a montar capas de filtros en varios pasos; además, todo esto se debe realinear cuidadosamente para que el sistema funcione en forma correcta después del mantenimiento y la limpieza. Además, debe descartar toda el agua sucia del lavado de una manera adecuada. Algunas de estas unidades de captación de neblina afirman que «no tienen filtros que deba descartar», pero exigen filtros HEPA para proporcionar los niveles de eficacia que presumen ofrecer. Como los filtros HEPA no se pueden limpiar, se convierten en un artículo desechable.

Los captadores de neblina con filtros lavables suelen requerir que se revisen y limpien a intervalos establecidos, a menudo, desmontarlos parcial o totalmente y limpiarlos con una frecuencia de hasta cada seis meses. Estos intervalos de mantenimiento y limpieza tan frecuentes se establecen sin tener en cuenta si el sistema lo necesita o no, porque no existe nada que lo indique. Durante el proceso de mantenimiento y limpieza, su máquina no está funcionando, lo que se traduce en una pérdida de tiempo y dinero de producción valiosa.

¿Por qué no simplificar los planes de mantenimiento usando un captador de neblina diseñado para reducir el tiempo de inactividad? Un captador de neblina con cartucho de alta eficacia suele ser la mejor solución para su instalación. La tecnología de medios del captador de neblina se ha diseñado para optimizar la captación húmeda con un medio de alto rendimiento que aprovecha las fibras entrelazadas sin resina para incrementar la eficiencia a la vez que mantiene despejados los canales de purga en el medio. Los filtros se desarrollan específicamente para cada tipo de refrigerante (soluble en agua o aceite de destilación directa) y para aquellas aplicaciones complejas que generan humo.

Las fases de mantenimiento de un captador de neblina con cartucho son muy simples. El cartucho principal se mantiene en su lugar mediante un mecanismo de retención simple y, después de liberarlo, se puede extraer con facilidad. El cartucho sucio se descarta y se instala un nuevo cartucho limpio; el proceso no involucra lavado ni secado. Dado que el indicador de presión diferencial puede identificar cuándo es necesario cambiar el cartucho, solo se llevará a cabo el mantenimiento en el captador de neblina cuando sea necesario. Con este tipo de sistema, pusimos fin a la incertidumbre. Un solo vistazo al indicador basta para saber si su captador de neblina necesita mantenimiento.

Algunos captadores de neblina con cartucho además incluyen filtros de primera etapa reutilizables que puede limpiar golpeándolos suavemente contra la pared de un recipiente de basura. Si el filtro de primera etapa se obstruye demasiado, puede lavarlo, pero este paso no es obligatorio para el mantenimiento regular. Puede encontrar a su disposición un filtro de tercera etapa (como un filtro HEPA) para que no deba preocuparse por el rendimiento de filtración, si su instalación así lo necesita. Lo normal es que este filtro final se conecte a la carcasa después del cartucho principal para una limpieza final del aire antes de la descarga. Puede cambiar los tres filtros de manera rápida y fácil en cuestión de minutos.

¿Desea que el proceso de mantenimiento de su captador de neblina exija menos tiempo de inactividad? En tal caso, lo que necesita es un captador de neblina de cartuchos que sea fácil de mantener y con nuevos medios de alto rendimiento en aplicaciones que involucran agua, humo o neblina de aceite. ​​